DE TEMPORADA

INTRIGAS.

 

 

DE TEMPORADA 

Muy religiosos, o de plano de temporada, andan los panistas, La crisis nacional que vive el partido acción nacional (PAN), se esta reflejando en este estado. Basto la visita de uno de los candidatos, para evocar una escena de la última cena… panista.

La crisis que vive el panismo en tierras bajacalifornianas, se hizo notorio en la campaña para sacar a su candidato a la presidencia de la republica, donde los dados estaban cargados a favor de Ernesto Javier Cordero Arrollo, tanto por parte del presidente de la republica Felipe Calderón Hinojosa, como del en ese entonces gobernador de la entidad José Guadalupe Osuna Millán. Los cuales fueron derrotados por las bases partidistas.

Posteriormente, en la lucha por la candidatura a la gubernatura, el partido nuevamente se partió, aunque Osuna Millán, logro imponer a su plan “B”, ya que el “A” se le descarrilo.

La ruptura en la actualidad es notoria, otra vez el gobernador en turno utilizando toda la estructura del estado, para apoyar la candidatura del candidato “oficial”… aunque con ello divida al panismo en el estado.

Sin duda, la ruptura del PAN tradicionalista con el PAN arribista es un tema que marcará el futuro político de este partido en el país, y en Baja California. Aunque por el momento se vislumbra una clara ventaja para las huestes del gobernador, por la posible reelección de Madero como dirigente nacional, por encima de sus opositores. Por lo pronto, los panistas disfrutan de su última cena.

Y es que los “dirigentes” de la actualidad, nada tienen que ver con el verdadero PAN, con el que puede uno diferir, pero al que le debemos reconocer su lucha eterna en contra del poder del sistema.

El poder que tuvieron en sus manos, acabó por despedazar a los panistas. Políticos con laxos principios y doctrina partidista terminaron por anteponer sus canonjías y privilegios a los propósitos partidistas.

No queda la menor duda, que los métodos que tanto criticaron al “viejo PRI”, hoy lo replican –y con creces- con el único objetivo de desprestigiar al enemigo y mantener sus cotos de poder. Lo cual demuestra el alto grado de descomposición panista. Ni que decir, que el poder los llevo ha sentirse poderosos, lo cual trajo el abandono y traición de los valores que hace años tuvo su partido.

En la actualidad se han vuelto expertos en “guerras de lodo”, así se trate de pleitos internos, para ellos todo obedece a la guerra mediática… aunque sea entre panistas. De ese grado está la descomposición del panismo. Con lo que se prueba una vez más, que el poder despedaza a los panistas. Ni que decir que el poder terminó por despedazar sus principios y doctrina.

Desde el triunfo electoral de hace más de veinticuatro años, el PAN inició un proceso de transformación que lo va acercando cada vez más al “viejo PRI”, de lo cual se canso de despotricar a lo largo de prácticamente siete becadas.

Es notorio que con la obtención del poder en este estado, así como en otros, coronados con la “docena trágica” que tuvieron la presidencia de la republica, los verdaderos panistas —su inocencia les impidió verlo— perdieron todo: poder, ideología y dignidad.

Prácticamente nada se volvió a saber de aquellos aguerridos panistas que ponían en serios predicamentos a los poderes estatales, y hasta el federal. Prácticamente las voces críticas de ese partido, son solo un vago recuerdo. De aquellos reales o presuntos “líderes” morales, ni sus luces. Brillan por su ausencia.

En los últimos años, los panistas muestran un gran aguante ante las constantes humillaciones del régimen… panista, hacia los miembros del partido que les permitió alcanzar el poder. Las “antiguas” figuras –en general- son vistas como enemigos políticos. Se ha llegado al caso, de que los gobiernos de otros colores, no han sido tan avasallantes, ni demoledores en contra de los panistas, como lo ha sido los salidos del propio blanquiazul.

Hay que reconocer que la política del miedo… a perder la chamba, como sistema de gobierno, le ha dado un extraordinario resultado a los mandamás panuchos. Dicen los que de esto saben, que “los hombres de poder llegan hasta donde los grupos políticos se lo permiten”, en ese sentido sobra decir que, salvo algunos actos aislados, los panistas doblaron las manos a las primeras de cambio dejándole todo el botín a los grupos de los gobernantes emanados de “su” partido. Con lo que el PAN bajacaliforniano en particular, y el nacional en lo general, cada vez se parecen más a la peor representación de sus “odiados” tricolores.

A mediados del dos mil doce, los panistas no sólo perdieron la presidencia de la república y las decenas o centenas de miles de huesos o puestos y negocios que eso representa, sino que se desplomaron hasta la tercera fuerza política del país, independientemente de que su marca blanquiazul se desdibujó, se fragmentó lo que por años presumieron que era su unidad.

Hoy en día, la marca priista se ha apoderado del subconsciente de los panistas. En la actualidad, los panistas sueñan con PRI y en sus discursos está presente, ya sea para atacarlo o para resbalarse políticamente. Ni duda cabe, que la disputa por la dirigencia nacional del PAN hasta el momento se caracteriza por las constantes equivocaciones, muchas de las cuales han obrado a favor del PRI.

Hace unos días Ernesto Cordero, ante un grupo de panistas de Mérida, Yucatán, aseguró que quiere ser presidente del PRI: “yo quiero ser presidente del PRI para ordenar ese legado de millones, de miles de mexicanos que desde 1939 han construido un país, el país que hoy tenemos”. Lo que no fue la primera vez que le sucede, y como uno de tantos ejemplos esta lo que ha expresado en múltiples ocasiones, referente “al priista que todos los panistas llevan adentro. Por cierto parafraseando a su a´pa Felipe Calderón, el cual a su vez se lo “robo” a su “hacedor” Carlos Enrique Castillo Peraza –por cierto nacido en Mérida-.

Los dirigentes panistas, llegan al extremo del cinismo, de arengar y solicitar a sus simpatizantes para evitar que en el PAN se dé “línea” a sus militantes, cuando no hay uno solo que se precie de serlo, que no lo haga.

Para que mencionar que un panista distinguido, en un acto de campaña dijo: ““quiero presentarles a todo el presídium que se encuentra aquí con nosotros: primero que nada, al candidato Gustavo Madero Muñoz, primer presidente nacional del PRI, ¡del PAN!, que será electo por la militancia”, o el que manifestó: “en Acción Estatal, en Acción Nacional, el 18 de mayo ganará el PRI, ganará el PAN, ganará Gustavo Madero”. Como siempre, el subconsciente los traiciona.

Algunos dicen, que la constante son los dimes y diretes entre ambos bandos panistas, que se reprochan mutuamente sus pifias, donde sale a relucir constantemente la marca PRI. Por lo que los panistas tendrán que trabajar en la programación neurolingüística para erradicar sus errores, que sólo posicionan aún más a su competencia política, a menos que estén decididos a no regresar a Los Pinos. Lo cual de por si, en estos momentos, parece “misión imposible”.

En los corrillos azules, se quejan de que los funcionarios de administraciones panistas, sean ayuntamientos o gubernaturas, tienen que ir a los actos de Gustavo Madero, y para corroborar que cumplen con las instrucciones, sus jefes están pendientes que estén presentes, recibiendo la indicación: “la orden es que suban su foto al feis”. Las prácticas que tanto criticaron los panistas del PRI, hoy las realizan corregidas y aumentadas.

Es muy comentado, que ante una más que posible y anunciada derrota de Cordero Arrollo, y por ende del calderonismo, Felipe Calderón tiene contemplado formar otro partido. Se ha manejado, que durante una reunión que tuvo en Harvard con un grupo de panistas que fueron invitados a un curso en dicha universidad, el ex presidente les menciono que si Madero logra reelegirse en la dirigencia de Acción Nacional, auspiciaría formar otro partido político.

Muchos dicen, que Calderón como presidente de la República nunca trabajó con base en un proyecto, si no a puro valor mexicano, al a’i se va. Y así nos fue. Ahiga sido, como Ahiga sido.

Como ex presidente parece que regresó a la adolescencia. Ha estado actuando con una irresponsabilidad propia de un acelerado estudiante preparatoriano. Como no puede volver a ser presidente y además nadie querría eso, pretende sentirse dirigente de su partido, es decir controlar al panismo, y si no puede controlarlo, porque todo mundo sabe a quién representa Cordero, pues entonces se le hace fácil hacer otro partido. El chiste es hacer bulla.

Los panistas tuvieron un comportamiento en el poder federal, desastroso. Fox llegó con el apoyo de un muy alto porcentaje de la población y falló terriblemente; Calderón “ganó” con un ínfimo porcentaje, pero se pensó que sería mejor que Fox por su experiencia como político de oposición y sobre todo por su preparación, sin embargo fue otra gran decepción.

Faltan muchos años para que este país vuelva a retomar su camino. Los “honestos”, “eficientes” y “cristianísimos” panistas, nos llevaron a la situación actual… de quiebra social y moral. Ese es el PAN que se están peleando Gustavo Madero Muñoz, también conocido por “la Greta Garbo”, y Ernesto Javier Cordero Arrollo, o si usted lo prefiere “la Bartola” o “mister Bean”. Ambos dos, son una desgracia para el PAN… y para el país.

 

 

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INTRIGAS:  Escrito por Ricardo Madrigal.  Jueves, 24 de Abril de 2014.

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