Policías asaltantes

TERTULIA POLÍTICA
Jueves, 18 de Febrero de 2016.
Por Pedro Martínez Serrano
Policías asaltantes
La boyante y progresista Tijuana, que hasta finales del siglo pasado se mantuvo como la antesala del sueño americano, pero también como el destino dorado de miles de mexicanos, centro y sudamericanos, que encontraron acá empleo bien remunerado y oportunidades de bienestar económico y social, se ha convertido hoy en una malévola réplica del despiadado monstruo acuático Hidra de Lerna, ese que reproducía dos cabezas por cada una que le cortaban.
Precisamente la generosidad y prosperidad económica de la ciudad, provocó que se fueran asentando en ella grupos, lo mismo criminales, de delincuentes que se organizaron en cárteles, que político partidistas que hoy se disputan su saqueo; ese saqueo vil que alcanza a todos y a todo.
Desde oficinas gubernamentales, se extorsiona, se roba, se despoja lo mismo a quienes generan empleo que a aquellos que tienen su sustento en el trabajo diario, igual en una de las miles de empresas que se multiplican en esta frontera, que quienes prestan servicios en la vía pública. Nadie escapa a la extorsión, al robo y el atropello autoritario.
En el ayuntamiento de Tijuana, el jefe del cártel es el Secretario de Gobierno, el licenciado Bernardo Padilla, que tiene en su gato, el director de comunicación social del municipio, Jesús Velasco Soto al cobrador del piso, lo mismo en las áreas de reglamentos, que las cuotas que pagan tiradores de droga de poca monta, a la red de comandantes y jefecillos policiacos que reportan a Alejandro Lares Valladares, el tibio y corrupto Secretario de Seguridad Pública.
Pero si el saqueo y corrupto atraco en que incurren autoridades municipales y delegacionales, no fuera suficiente, hoy Tijuana se encuentra presa de un grupo criminal que con uniforme de agentes de la Policía Estatal Preventiva, esa que depende del Secretario de Seguridad Pública de Baja California, Daniel de la Rosa Anaya, parecen elementos con licencia para robar, para extorsionar, para intimidar y, lo peor del caso, para amenazar a aquellos que hacen víctimas de su abuso: si dices algo te va a cargar la chingada; ya tenemos todos tus datos.
Y, además de varios casos documentados de que tengo conocimiento, ayer por la tarde noche me reportaron lo siguientes:
En la Avenida Revolución, entre Primera y Coahuila, los tripulantes de las patrullas con número 877, 647 y 777, marcaron al alto a los tripulantes de una camioneta pick up, tipo Tacoma, para revisar sus documentos, fue el pretexto.
Y, como si estuvieran en operativo contra peligrosos criminales, obligaron a bajar a los tripulantes, los cachearon y esculcaron el vehículo, en donde encontraron un maletín de mano, con varios cientos de dólares y algunos miles de pesos.
Lo anterior fue motivo para que empezara un rabioso cuestionamiento y la exigencia de que mostraran sus teléfonos móviles, para revisar sus contenidos. Aunque de momento se negaron a permitir el abuso, tuvieron que acceder ante la rabiosa embestida policiaca.
Luego de más de una hora de la ilegal privación de la libertad y de haber allanado su propiedad, los elementos policiacos aceptaron dejar libres a las víctimas del abuso, no sin antes despojarlos de sus datos y una cantidad de dinero que tomaron del maletín.
Así las cosas, hoy los tijuanenses no debemos solo cuidarnos de la delincuencia callejera; la policiaca; la de la autoridad es peor, porque actúa impunemente y amenaza con cobrar venganza si los hechos se reportan.


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